Historia de una vida peculiar.
David Fincher nos vuelve a sorprender con un filme extravagante, pero esta vez no porque vaya cargado de efectos de cámara o vueltas de tuerca, sino por ser un relato que bien podría pertenecer a la ciencia ficción pero contado como una original y autentica historia de amor, algo inusual hasta ahora en las películas de Fincher (Seven, Panic Room, Fight Club, Zodiac).
La historia se desarrolla con el huracán Katrina como telón de fondo a punto de golpear Nueva Orleáns. Una anciana con una enfermedad en fase terminal comparte sus últimos momentos con su única hija y le pide que lea un extraño diario después de narrarle un curioso prologo acerca de un reloj cuyas manecillas se mueven al revés. El diario resulta ser la peculiar autobiografía de Benjamin Button, un ser que nació siendo un anciano para crecer y desarrollarse en forma inversa al resto de los mortales.
Muy al estilo de otros filmes como “Forrest Gump” o “El mundo según Garp”, Benjamin (Brad Pitt) nos narra las circunstancias de su nacimiento, su niñez-vejez en un asilo de ancianos en donde lucha contra la artritis, la sordera y la visión borrosa mientras juega a los soldaditos, escucha cuentos y descubre el mundo rodeado de singulares personajes. Su desarrollo y evolución hacia la madurez y luego la juventud, en sentido contrario a todos sus seres queridos. Sus aventuras en un bote remolcador y la segunda guerra mundial; su primer amor y, sobre todo, como columna vertebral de la trama, los encuentros y desencuentros con el amor de su vida, Daisy (Cate Blanchett), la misma anciana que escucha la lectura del diario de labios de su hija y que complementa con sus propios recuerdos cuando la vida de Button discurre a la par de la suya propia.
La historia es entrañable, llena de momentos emotivos y también divertidos. Excelentes actuaciones que les han valido a Pitt y a Blanchett nominaciones a los Globos de Oro y muy buenos augurios para los Oscares. Es notorio el trabajo de maquillaje y la fotografía. Altamente recomendable, ya que es un guión bastante original y una historia de amor todavía más insólita, única, como no la habías conocido nunca, y es ese el merito de la cinta, no que salgas llorando a moco tendido, sino quedar fascinado con una historia completamente distinta a todo lo que hayas visto antes.
El filme consta de 159 minutos que se vuelven, a momentos, cansados y largos. La dinámica en el desarrollo de la trama es ágil pero con muchos frenos al desplegar los momentos más sentimentales, es el único contra que le veo. Mucha gente se dormirá o se aburrirá si no se meten de lleno al relato. Sin embargo la vida de Benjamin Button tiene bastantes elementos para captar la atención de todo el público de principio a fin.
Obviamente no recomendada para fans del cine de acción ni para aquellos que odien las comedias románticas, pero incluso a éstos, si desean probar algo nuevo, “El curioso caso de Benjamin Button” es suficientemente diferente y original para intentarlo.
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