En este material lo que me interesó mucho fue la idea, ya que sin ser la historia más original, es un tema del cual se le podría aprovechar dos ejes en especial. Primero, el de “la violación” se podría manejar desde el trauma que sufre una mujer. ¿Cómo es que una mujer puede salvarse de una situación así? Gracias a el poder de su mente, sin llegar a la fantasía. Y segundo, ¿que circunstancias son las que motivan a cualquier perdona para convertirse en un violador? (Hallaras la continuación de la reseña y el video).
Las locaciones en verdad me gustaron, sobre todo la exterior ya que nos lleva por ese trayecto largo, curvo, demasiado sufrido, que es como debe de pasar el tiempo cuando se esta en una situación de ese tamaño; y en el interior, me gusto esa grandeza (las proporciones), esa visión de inmensidad y vacío el cual creo como se sentiría cualquier persona en ese momento. Sin embargo las actuaciones de Terezina Vidal, Fernando Tututi, así como los dos violadores dejan mucho desear. Claro que también no les ayudo mucho el ritmo que se implemento en las escenas al interior, el cual considero fue un tanto lento y eso me desconcentró de la historia; aunque en verdad agradezco el buen intento de el director, Reynaldo Cantú, y todo el equipo de Planeta Producciones.
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